Las mejores formas de hidratar la piel durante días de calor
Cuando el calor aprieta, la piel es una de las primeras en sentirlo. Por eso, mantener una buena hidratación se vuelve clave para que se vea y se sienta bien. Te contamos cómo cuidarla durante los días más calurosos.
16 de diciembre de 2025 • 09:00
Cómo mantener la piel hidratada y fresca durante el calor. - Créditos: Getty
El calor, la exposición al sol y los cambios de rutina pueden alterar el equilibrio natural de la piel, haciendo que pierda hidratación más rápido de lo habitual. Por eso, adaptar algunos cuidados básicos se vuelve fundamental para atravesar los días más calurosos sin que se resienta. A continuación, te contamos qué tener en cuenta para mantenerla bien hidratada.
Cómo mantener la piel hidratada y fresca durante el calor
Durante los días de calor, la piel pierde agua más rápido de lo normal. Esto no solo provoca sensación de tirantez, resequedad y malestar, sino que también puede afectar su función de barrera protectora, dejándola más vulnerable a irritaciones, rojeces y daño por los rayos UV. La exposición constante al sol y al sudor aumenta esta pérdida de hidratación, y factores como la edad, el tipo de piel o el clima local pueden intensificar el efecto.
Consejos prácticos para hidratar la piel en días de calor. - Créditos: Getty
Además, la piel necesita mantenerse equilibrada para cumplir con su rol de protección frente a bacterias, contaminación y agresores externos. Cuando se deshidrata, no solo cambia la textura y el aspecto, sino que también puede favorecer la aparición de signos de fatiga, descamación y sensibilidad. Por eso, entender cómo y por qué se deshidrata en verano es clave para poder cuidarla de manera efectiva.
Consejos prácticos para hidratar la piel en días de calor
Cómo mantener la piel hidratada y fresca durante el calor. - Créditos: Getty
1
Beber suficiente agua todo el día
La hidratación comienza desde adentro. Mantenerse bien hidratado ayuda a que la piel conserve su elasticidad y luminosidad, especialmente cuando el calor aumenta la pérdida de agua a través del sudor. No hace falta exagerar: pequeños sorbos frecuentes a lo largo del día son más efectivos que grandes cantidades de golpe.
2
Limpiar suavemente sin excederse
El calor y el sudor pueden hacer que la piel se sienta pesada o grasosa, pero limpiarla demasiado o con productos agresivos puede eliminar sus aceites naturales y empeorar la sequedad. Optar por limpiadores suaves y agua templada ayuda a mantener la piel fresca sin deshidratarla.
3
Aplicar crema o gel hidratante ligero
En días calurosos, las texturas densas pueden sentirse pesadas. Elegir cremas o geles ligeros que contengan ingredientes humectantes como glicerina, ácido hialurónico o aloe vera permite mantener la piel hidratada, fresca y cómoda, sin sensación pegajosa.
4
Protegerse del sol incluso en días nublados
La radiación UV acelera la pérdida de agua y puede dañar las fibras de colágeno, haciendo que la piel se vea más seca y apagada. Usar protector solar diariamente, reaplicándolo si sudás mucho, es clave para mantener la hidratación y la salud de la piel.
5
Incorporar hábitos que refuercen la barrera cutánea
El calor y la exposición constante a factores externos debilitan la barrera natural de la piel. Evitar duchas muy calientes, exfoliar con suavidad y mantener una dieta rica en antioxidantes y ácidos grasos saludables ayuda a que la piel retenga mejor la humedad y se mantenga confortable durante el verano.
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