
Vestidos de fiesta by Débora Nishimoto: la actriz que conquista con su actuación y sus lookazos
Después de enamorarnos con su onda en "Envidiosa", Débora Nishimoto se anima a jugar con looks para una noche de fiesta en colores y texturas tendencia.
Fotos de : Mica Bianchi
9 de octubre de 2025 • 15:48

TOP Y FALDA DE TERCIOPELO (GONE), SANDALIAS (REGINA MARGHERITA), AROS PÉTALO (LAS JUANAS NIGHT) - Créditos: Mica Bianchi
Desde que conquistó al público con su personaje de May en Envidiosa, Débora Nishimoto se convirtió en una de las actrices más llamativas de su generación. Pero más allá de su talento frente a cámara, hay algo en su manera de habitar la moda que también la distingue. Con raíces japonesas y una sensibilidad marcada por la improvisación y el juego, Débora entiende el vestirse como otra forma de expresión. De los looks más atrevidos que descubrió en sus viajes a Tokio a la búsqueda de un estilo más personal, charlamos con la actriz sobre su presente, su romance con Esteban Lamothe y sus próximos proyectos.

CORSET Y FALDA DE TUL (TOSCA), CHOKER DE PIEDRAS NATURALES, PERLAS Y PLATA (GINGER). - Créditos: Mica Bianchi
¿Cómo empezó en vos la actuación?
Siento que empezó como una terapia, porque un amigo me recomendó ir a un taller de teatro. Me dijo: “Te va a hacer bien”. Y por suerte di con un espacio que fue mi formación principal con Nora Moseinco, mi docente, y ahí empecé a trabajar mucho como con el error, con el vacío, con el no saber. Es un espacio donde no se trabaja con texto, ideal para ir como un papel en blanco. Y eso me ayudó mucho. Yo estaba poco conectada con mi cuerpo. Entonces ahí, cuando empecé teatro, dije: “Ah, voy a hacer también este taller de danza”. Y ahí empecé a explorar mucho más.
Qué aprendizajes diferentes nos trae el cuerpo... ¿Qué te abrió conectarte con eso?
Me enseñó a escucharlo, principalmente. Algo del dejarse llevar. También el taller de danza que hacía era de improvisación, o sea, era lo que te dice en el momento el cuerpo, la voz, la palabra, sin planear. Me trajo algo de no planear tanto, ¿viste? Venía en un momento de mi vida en el que todo lo tenía muy planificado, sabía lo que quería hacer, todo muy exigente. Y los lugares con los que di eran justamente lo opuesto: trabajar con el error, hacer un movimiento y después otro sin saber, sin planear. Y es obvio que al principio da miedo...
¿Estabas preparada para el nivel de exposición que trajo tu personaje en Envidiosa?
No, la verdad es que no, pero siento que lo llevé bastante bien, nunca fue abrumador. Pero porque también la gente siempre fue muy desde el amor, ¿viste? La gente que se me acercaba en la calle a pedir una foto o a saludar, o los mensajes que me llegaban, siempre fueron muy amorosos, entonces me encantó. Fue como “ay, qué lindo que haya llegado así al público”.
¿Cuándo dijiste “acá hay onda” en tu relación con Esteban, que empezó en los sets?
Nuestros primeros intercambios fueron prestarnos un libro... Yo prácticamente filmé todo con él..., entonces era tomarnos un café, charlar, él me mostraba la música que le gusta a él, yo la que me gusta a mí, intercambiábamos libros, y así se fue construyendo algo que siento que fue re lindo, porque fueron 8 meses de solo charlar durante el rodaje. Y yo no uso mucho el celular, no me gusta chatear..., y de repente, cuando hablaba con él, estaba todo el tiempo... Así que dije: “Esto es raro, ¿por qué estoy acá en esta espera, todo el tiempo viendo a ver qué me contesta?”.
¿Y qué sentís que le sumó Esteban a tu vida?
Uy, siento que llegó en un momento mío en el que yo ya me estaba como desarmando de ciertas estructuras y él vino para seguir desarmando. En muchas cosas: cocinamos mucho juntos y yo capaz, soy más de cositas sanas y platitos y qué sé yo, y él es más de asados..., y como que le trajo también mucha música nueva a mi vida. Siento que en algunas cosas somos muy parecidos y en otras tan diferentes que unimos mundos. Yo a él nunca me lo habría cruzado, porque íbamos a ambientes muy diferentes, entonces él me pone Bad Bunny y yo le pongo música electrónica... y nos divertimos mucho en nuestras diferencias, nos reímos de eso. Yo soy más tranquila, más armoniosa, y él tiene más carácter... Capaz yo lo bajo y él me sube, entonces está bueno ese equilibrio.

VESTIDO DE GASA Y SEDA (GONE), SANDALIAS (REGINA MARGHERITA). - Créditos: Mica Bianchi
“Con Esteban, en algunas cosas somos muy parecidos y en otras tan diferentes que unimos mundos: yo lo bajo y él me sube, nos equilibramos”
Débora Nishimoto
Venís de ascendencia japonesa, ¿qué mamaste de lo oriental en actitudes o hábitos?
Yo creo que hay algo, que parece un estereotipo, pero algo de la paciencia. Siento que tiene que ver mucho con mi lado más japonés. Yo nací acá, pero también tengo algo japonés de esa paciencia y espera y tranquilidad..., porque el lado argentino es un poco más ansioso, más de la inmediatez. Tengo esos dos lados, ¿viste? Me encanta ir a una fiesta con la música al palo y ponerme al lado del parlante, pero en mi casa me gusta el silencio, no uso el celular a la mañana, todo de mucha tranquilidad... La comida también es algo que me gusta bastante de la cultura japonesa.
Hablemos de tu proyecto gastronómico, Kaori.
Empecé a cocinar y dije: “Bueno, puedo hacer un emprendimiento de esto”, y algunos amigos me decían: “Si hacés una vianda, te compro”. Empecé de a poquito y le puse el nombre de Kaori, que es mi nombre japonés, que significa “aroma” y que aparte me encanta. Y de repente lo empecé a incorporar a mi vida y sentía que era también muy Kaori yo, como ese lado tal vez más sensible. Débora significa “abeja trabajadora”...
Tenés las dos energías conviviendo...
Sí, una así que va muy para adelante y Kaori siento que es algo más sensible, más de los aromas, de la sensibilidad, de los sabores.
¿Qué tipo de gastronomía haces en Kaori?
Empecé haciendo todo basado en plantas, sigue siendo así, y hago más que nada tortas, pero ahora estoy haciendo muchos pop-ups y onigiris. Así que trato de mantener algunas influencias japonesas de recetas de mi abuela, con un twist.
Siempre estás muy lookeada. ¿De dónde nace tu pasión por la moda?
Desde chica siempre me gustaba mucho vestirme, montarme. Me pasaba, cuando era adolescente, que sentía que por mis rasgos llamaba un poco la atención, entonces quería ponerme de todo y capaz me bajaba un poco, pero cuando fui a Tokio, por ejemplo, y vi cómo se vestía la gente, ahí yo dije: “Listo, chau, me pongo todo”, labial turquesa, un sombrero..., me encanta. Ahora estoy un poco más sobria, pero los colores me gustan mucho.

VESTIDO TEJIDO CON FLECOS (CLUB SUDESTE), ARGOLLAS (GINGER). - Créditos: Mica Bianchi
Ya sabemos que no te vamos a ver en la tercera temporada de Envidiosa, lamentablemente, pero... ¿en qué andás ahora? ¿Dónde te vemos?
Estrené una serie en Flow que se llama Nieve roja, y estoy también con dos obras de teatro, una que se llama Los miedos... Es una experiencia toda dirigida en vivo, con las luces, la música y las actuaciones, improvisada. Y empezamos desde el vacío...
La vi y la recomiendo mucho... ¿Qué fórmula sentís que sirve a la hora de crear desde el vacío?
Al principio, nos daba mucho miedo el vacío..., y la clave para nosotros siempre fue conocernos y ensayar y entrenar juntos, porque sabemos también qué le gusta a cada uno. Hay algo de lo que a cada uno lo enciende. A mí las cosas con el cuerpo me gustan mucho, me gusta bailar, hacer acentos..., y capaz hay otros que cantan increíble... Entonces, sabés qué espacios a cada uno lo pueden hacer estar más presente. Hay algo también de lo coral y de estar acompañado, de que no sea uno metiendo un gol y queriendo hacer su show, sino la escucha. La escucha para todo es muy clave. Saber entender en qué está el otro y acompañar esa propuesta, si no estás proponiendo algo vos.
¿Te imaginás haciendo algo en teatro con Esteban?
Sí, me encantaría. Nosotros nos la pasamos actuando cuando estamos solos, es como todo el tiempo en chiste, a veces no entendemos cuándo estamos actuando y cuándo no. Así que sí, me encantaría.
¿Y qué cosas te encienden hoy?
Creo que lo nuevo, siempre intento hacer cosas nuevas y, a la vez, mantenerlas. No es que hago un taller y voy dejando. Los desafíos, por ejemplo, ahora estoy mucho con la reflexología y el reiki, y es un costado nuevo mío que no conocía, más íntimo, que no tiene tanto que ver con lo artístico y que siento que me conecta con otra parte de mi ser. Y estoy muy contenta, la verdad, de estar explorando eso. Me parece muy poderoso estar estudiando poder sanar con las manos. Eso es algo que me gusta mucho.

POLLERA Y CAMISA DE ORGANZA, ZAPATOS DE RED (VERIDIS), COLLAR DE PERLAS Y PIEDRA (GINGER) - Créditos: Mica Bianchi

VESTIDO CON CUELLO HALTER (VALENTINA SCHUCHNER), SANDALIAS (GIANNI), AROS (LAS PEPAS) - Créditos: Mica Bianchi

VESTIDO IRREGULAR (SADAELS), ZUECOS (REGINA MARGHERITA), AROS (GINGER - Créditos: Mica Bianchi

FALDA MIDI Y REMERA PLISADA (LAS PEPAS), SANDALIAS (GIANNI), AROS (LAS PEPAS) - Créditos: Mica Bianchi
ESTILISMO DE DANIELA CENIZO.
MAQUILLÓ Y PEINÓ @CORLANATION.
ASISTENTE DE ESTILISMO: CRISTIAN KORPUS.
SEGUIR LEYENDO


Agus Cabaleiro: “La publicidad y la moda siguen siendo machistas y excluyentes”
por Agustina Vissani y Euge Castagnino

Primavera en tonos pastel: los colores que arrasan en 2025
por Emanuel Juárez

Lucía Levy, de La Curva de la Moda: “7 de cada 10 personas no encuentra ropa de su talle”
por Euge Castagnino y Agustina Vissani

Anna Wintour tiene sucesora: te presentamos a Chloe Malle, nueva jefa de Vogue
por Cristian Phoyú
