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Verano: cómo cuidar la piel de las quemaduras del sol

Llega el verano y, con la exposición al sol, necesitamos tomar precauciones para prevenir potenciales daños inmediatos y de largo plazo, como el cáncer de piel.


Quemaduras por el sol: ¿cómo podés protegerte para evitarlas?

Quemaduras por el sol: ¿cómo podés protegerte para evitarlas? - Créditos: Getty



Con la llegada del verano, todos estamos más expuestos al sol. Por eso, es importante tomar ciertas precauciones para prevenir algunos daños potenciales. La exposición solar, a través de las radiaciones ultravioletas (UV), puede producir graves daños en la piel. Algunas lesiones aparecen en forma inmediata, como las quemaduras y otras como el envejecimiento prematuro de la piel, las manchas y hasta el cáncer de piel, se pueden presentar a lo largo de los años.

Tipos de quemaduras

Independientemente de la fuente de calor (y en algunos casos el frio también las puede originar), las quemaduras se pueden clasificar en 3 tipos, en cuanto a la profundidad de esta.

  • Primer grado: compromete la primera capa de la piel (epidermis). Hay dolor y enrojecimiento de la piel.

  • Segundo grado: se compromete hasta la segunda capa de piel (Dermis). Aparecen ampollas.

  • Tercer grado: las más graves. Compromete todas las capas de la piel (hasta la hipodermis). Color negro de la piel e insensibilidad al tacto.

    Tanto las quemaduras de segundo como de tercer grado siempre requieren de atención médica.

¿Cómo protegerse del sol?

Evitar la exposición entre las 10 de la mañana y las 16, buscar preferentemente la sombra y permanecer en espacios ventilados.

  • Usar protector solar con factor de 30 o más y renovarlo cada 2 horas y después de salir del agua.

  • Habitualmente se recomienda el uso de protectores solares que impidan la agresión de los rayos ultravioletas. El factor de protección mínima es FPS 30. De acuerdo al tipo de piel y antecedentes, un dermatólogo podrá indicar el protector más adecuado para cada persona en particular.

  • Los bebés menores de 1 año no deben recibir el sol directo. Desde los 6 meses en adelante deben usar protector solar (FPS 50 o mayor), renovado cada 2 horas y al salir del agua.

  • Realizar actividad física en las horas de menos calor, usar ropa holgada, liviana, de colores claros.

  • Cubrir la cabeza con un gorro o un pañuelo.

  • Llevar siempre una botella de agua para mantenerte hidratado y tomar abundante agua antes, durante y después del ejercicio.

  • La protección del sol debe realizarse desde el nacimiento y continuar toda la vida por los efectos acumulativos.

Hay grupos que potencialmente pueden resultar más afectados: las mujeres embarazadas; los bebés y niños pequeños; las personas mayores de 65 años y quienes padecen enfermedades crónicas como, por ejemplo, afecciones respiratorias o cardiacas, diabetes, etc.

En caso de detectar cambios en la piel, siempre se recomienda realizar un control dermatológico para la detección temprana de lesiones.

 

Experto consultado: Sebastián Halac, médico clínico del equipo médico de WIlliam Hope.

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